Comodidad es la suma de sus partes

Un buen cojín es lo más importante. Ese fue nuestro punto de partida cuando creamos el diseño de la serie de sofás GRÖNLID. A eso le añadimos un reposabrazos cómodo y el respaldo adecuado. Además, gracias a la flexibilidad de sus módulos, el sofá GRÖNLID se adapta a tu espacio y a tu manera de vivir. Y, por supuesto, sus fundas son suaves y muy agradables al tacto, fabricadas con algodón obtenido de manera sostenible, poliéster y lino, lavables y fáciles de cambiar cuando te apetezca renovar el color de tu salón.